En un mundo acosado por “riesgos catastróficos existenciales crecientes” como guerras, cambio climático y pobreza, los mandatarios de los 193 países de la ONU adoptaron un Pacto para el Futuro de la humanidad, pese a la oposición de países como Rusia, Venezuela o Nicaragua en una cumbre que da inicio a los debates anuales de las Naciones Unidas de su Asamblea General.
«Los desafíos del siglo XXI deben ser resueltos con soluciones del siglo XXI”, dijo el secretario general de la ONU, António Guterres, tras la adopción de este texto que contiene 56 acciones para hacer frente a los “mayores desafíos de nuestra época”.
Dichos retos van desde la paz y el derecho internacional, la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU, la arquitectura financiera mundial o el cambio climático, a asuntos más innovadores como la inteligencia artificial.
Esta nueva “caja de herramientas” para reparar el mundo, como define la redacción del Pacto los nuevos compromisos, abre “nuevas vías a nuevas posibilidades y oportunidades”, recordó Guterres, que prometió trabajar “en su realización hasta el último día” de su mandato.