La icónica actriz estadunidense Meryl Streep iluminó el Festival de Cannes en una noche que pasará a la historia como una de las más memorables de su carrera.
Después de recorrer la inmaculada alfombra roja del certamen galo, la actriz fue recibida sobre el escenario del Teatro Lumière por la francesa Juliette Binoche, quien le agradeció por haber cambiado “la manera en la que vemos a las mujeres en el cine” para luego nombrarla como “un tesoro internacional”.
Emocionada, la protagonista de La decisión de Sophie, Kramer vs. Kramer, El diablo viste a la moda y Mamma Mia!, agradeció los elogios de su colega, para luego compartir el galardón con dos elementos fundamentales de su equipo de trabajo (su mánager y su estilista, con quienes ha colaborado durante cinco décadas) y reflexionar por el paso del tiempo a propósito de la semblanza que se proyectó en la pantalla y en la que se repasaba su brillante trayectoria.
“Acabo de ver mi vida en esa pantalla como si fuera en un tren bala: de mi juventud a mi edad media y a lo que soy ahora.
“Este premio es único en el mundo del cine y yo, me siento muy honrada de recibirlo. La única razón por la que estoy aquí es por los extraordinarios actores con los que he trabajado a lo largo de todos estos años, incluyendo la señora presidenta (Madame la Présidente) del Jurado.”