El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, volvió el sábado a pedir a sus aliados occidentales que suministren a Kiev más sistemas de defensa antiaérea para «salvar vidas», tras una andanada de bombardeos rusos que dejaron al menos once muertos.
Una serie de bombardeos nocturnos golpearon la ciudad portuaria de Odesa, a orillas del mar Negro, y causaron ocho muertos, entre ellos un niño y un bebé, según las autoridades regionales ucranianas.
En Jersón, Járkov y Zaporiyia, regiones más cercanas a la línea del frente, otros ataques rusos dejaron otros tres muertos, informaron funcionarios ucranianos.