El gobierno regional de las Canarias ordenó este martes el cierre de las escuelas por el calor que afecta al archipiélago español, con temperaturas récord en octubre, mientras el gran incendio que afectó a Tenerife en verano se reavivó.
En una semana en que el jueves es feriado nacional por el Día de la Hispanidad (Día de la Raza), el ejecutivo regional decretó «la suspensión, miércoles y viernes, de la actividad escolar en las Islas debido a la actual situación meteorológica», anunció en la red social X la consejería canaria de Educación.
El archipiélago situado frente a las costas del noroeste de África «se encuentra en situación de prealerta por altas temperaturas y calima y en alerta máxima por riesgo de incendios forestales», recordó la consejería. Desde hace casi dos semanas, España vive un tiempo veraniego que ha llenado de nuevo las playas y que, en el caso de las Canarias, ha situado los termómetros en torno a los 35 ºC prácticamente a diario.
Las islas Canarias suelen sufrir además los efectos de la calima, esas partículas de polvo o arena en suspensión, en su caso procedentes de África, que dificultan la respiración. En este contexto, el incendio que sufrió la isla canaria de Tenerife en la segunda quincena de agosto y que quemó 15 mil hectáreas de terreno, se resiste a ser doblegado, y las autoridades elevaron ayer su peligrosidad a nivel 2 para atraer medios estatales para su extinción.
La decisión se tomó «fundamentalmente por la reactivación (de las llamas) y esta ola de calor», dijo este martes a la prensa la máxima autoridad de la isla de Tenerife, Rosa Dávila, presidenta del Cabildo. En 2022, unos 500 incendios arrasaron en España unas 300 mil hectáreas, un récord en Europa, según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS).