China sanciona a Mike Pompeo y exfuncionarios de EU por «violar» su soberanía

El gobierno de China aseguró que algunos políticos estadounidenses, motivados por intereses propios

China impuso sanciones al exsecretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, y a otros funcionarios de la administración del ya expresidente Donald Trump, por «violar» la soberanía del país asiático, informó este jueves el Ministerio de Asuntos Exteriores chino en un comunicado.

Además de Pompeo, fueron sancionados el exasesor comercial de Trump, Peter Navarro; el de Seguridad nacional Robert O’Brien, el subsecretario para Asuntos de Asia Oriental y el Pacífico David Stilwell; el secretario de Sanidad Alex Azar y la enviada ante Naciones Unidos Kelly Craft.

Todos ellos protagonizaron fricciones con Pekín en algún momento: por ejemplo, Azar se convirtió en agosto del año pasado en el funcionario de mayor rango de su país en llevar a cabo una visita oficial a Taiwán -que China reclama como parte de su soberanía- desde 1979, lo que provocó una fuerte protesta por parte de Pekín.

El país asiático también sancionó al exasesor de Seguridad nacional de Trump, John Bolton y a otro exasesor, Steve Bannon, que fue estratega de la Casa Blanca y a quien el mandatario saliente concedió el indulto presidencial unas horas antes de dejar el cargo.

«Todos ellos, así como sus familiares, no podrán entrar en China, Hong Kong y Macao, y se restringirá que sus empresas e instituciones puedan hacer negocios en el país», informó hoy el ministerio chino prácticamente en paralelo al acto de investidura del demócrata Joe Biden como nuevo presidente del país norteamericano.

El comunicado agregó que en los últimos años «algunos políticos anti-China, motivados por intereses propios, prejuicios y odio, sin mostrar consideración alguna por los intereses de los pueblos chino y estadounidense, han planeado, promovido y ejecutado una serie de medidas absurdas que interfirieron gravemente en los asuntos internos de China, socavaron sus intereses, ofendieron a su pueblo y alteraron gravemente las relaciones bilaterales».

El pasado martes, Pompeo había calificado de «genocidio» la represión de Pekín contra la minoría uigur, al afirmar que «China, bajo la dirección y control del Partido Comunista de China, ha cometido genocidio contra los uigures predominantemente musulmanes y otras minorías étnicas y religiosas en Xinjiang».

Anteriormente, Pompeo había tachado a China de «dictadura frágil» que no puede aspirar a un «liderazgo global» después de que un tribunal chino condenara a penas de cárcel a diez de los doce hongkoneses que intentaron huir desde Hong Kong a Taiwán en agosto.

Contener el ascenso de China fue una de las obsesiones del presidente saliente estadounidense, Donald Trump, cuyas políticas proteccionistas tendrá que calibrar su sucesor, Joe Biden, mientras Pekín avanza en su campaña para ampliar sus redes de influencia.

Queda también por ver cómo será la política para con China del elegido por Biden para suceder a Pompeo, Antony Blinken, quien señaló el martes que estaba de acuerdo «en términos generales» con el enfoque de la administración Trump respecto al país asiático, aunque afirmó que no estaba de acuerdo con sus métodos.

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