Los centros de detención y procesamiento de migrantes en la frontera sur de Estados Unidos están menos llenos pero continúan por encima de su capacidad después del fin del Título 42, la norma sanitaria que permitía expulsiones en caliente de migrantes por la pandemia de COVID-19.
El subsecretario de Política Fronteriza e Inmigración del Departamento de Seguridad Nacional, Blas Núñez-Neto, dijo este lunes en una rueda de prensa que tres días después del fin de la normativa todavía hay miles de personas en instalaciones de la Patrulla Fronteriza.
Con todo, el responsable confirmó que los cruces de migrantes en la frontera con México se han reducido el 50 por ciento en comparación con los días previos al fin del Título 42, aunque avisó de que la situación es “fluida”, y que los traficantes de personas tratarán de aprovechar los cambios en la política migratoria.