Entre el deseo de ofrecer al mundo un espectáculo inédito y las limitaciones que impone la seguridad, la preparación de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París-2024, un desfile de barcos por el río Sena, es un auténtico rompecabezas.
La imagen debe ser inolvidable y el espectáculo grandioso, como desea el presidente francés Emmanuel Macron. Pero no hay precedentes en los que fijarse en la primera ceremonia de inauguración de unos Juegos fuera del estadio.
Todos los actores implicados; Estado, comité de organización (COJO) y ciudad de París son conscientes del desafío.
Todo el mundo trabaja enormemente. Nunca se ha visto una ceremonia así. Pero vamos a llegar, estaremos preparados», repite un alto funcionario.