China aseguró el miércoles que no registró un solo muerto de covid-19 durante el martes, tras cambiar los criterios para definir los fallecimientos por el virus, a pesar de una oleada de infecciones en el país. Algunos hospitales están llenos, los estantes de farmacias vacíos y los crematorios desbordados luego de que el gobierno decidiera poner fin a su política de confinamientos, cuarentenas y pruebas masivas para contener el coronavirus.
China había impuesto desde 2020 restricciones sanitarias en nombre de la denominada política «cero covid», que permitió proteger a las personas de mayor riesgo y a las menos vacunadas. Pero el gobierno puso fin sin previo aviso a la mayoría de esas medidas a principios de diciembre, en un contexto de creciente exasperación de la población y de considerable impacto en la economía.
El número de casos se ha disparado desde entonces, lo que hace temer una elevada mortalidad entre las personas mayores, especialmente vulnerables. El cambio de metodología significa que un gran número de muertes ya no se registrarán como debidas a covid.