El partido separatista canadiense de Quebec pidió el martes al Gobierno federal que rompiera los lazos con la monarquía británica, afirmando que el reciente traspaso de la corona al rey Carlos era una oportunidad para hacerlo.
El dirigente del Bloc Quebecois, Yves-Francois Blanchet, presentó una moción parlamentaria, cuya aprobación es poco probable, en la que afirma que la lealtad a un soberano extranjero no sólo es obsoleta, sino también costosa.
La votación de la propuesta está prevista para el miércoles.
Carlos, de 73 años, se convirtió automáticamente en monarca del Reino Unido y jefe de Estado de otros 14 reinos, incluido Canadá, cuando su madre, la reina Isabel, falleció el 8 de septiembre a los 96 años.
Cortar los lazos con la monarquía exigiría modificar la Constitución, para lo que se necesitaría el apoyo de al menos siete asambleas legislativas provinciales que representen más del 50% de la población, además del Parlamento.
Un número creciente de canadienses no quiere que un monarca extranjero les represente, a pesar de los profundos lazos históricos con Reino Unido y el afecto por la reina, pero hay poca voluntad política para la reforma constitucional.