El excongresista Roberto Jefferson, aliado del presidente Jair Bolsonaro, disparó y lanzó granadas contra policías, dejando dos heridos, en un intento fallido de impedir su arresto, informaron las autoridades.
Bolsonaro inmediatamente condenó el ataque armado y se distanció del exlegislador, al que llamó «bandido» y negó señalamientos de que coordina su campaña a la reelección.
El exdiputado enfrentaba una orden de cárcel del Supremo Tribunal Federal (STF) por incumplir los términos de su prisión domiciliaria, luego de atacar a la magistrada del máximo tribunal Cármen Lúcia en redes sociales.
Pero durante ocho horas se atrincheró en su casa en la ciudad de Levy Gasparian, en el estado de Río de Janeiro, y confirmó en un video publicado en redes que disparó, aunque supuestamente sin intención de herir a los agentes.