El Palacio de Westminster fue escenario de una misa en homenaje a la reina Isabel II, cuyos restos ya reposan en la sede del Parlamento.
El rey Carlos III, la reina consorte, Camila, y otros miembros de la familia real asistieron a un breve servicio religioso, encabezado por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby.
Además, la torre del Big Ben tocó 96 campanadas, en honor a la monarca.
La ceremonia religiosa concluyó con el himno Dios salve al Rey.
El ataúd, cubierto con el estandarte real y sobre el que reposa la corona imperial, permanecerá durante los próximos días sobre una plataforma, custodiado las 24 horas del día por militares que sirven a la Casa Real.
Se trata de la última parada en la que reposarán los restos de la monarca antes del entierro, el próximo lunes.
FILAS KILOMÉTRICAS
Emoción contenida y llanto marcaron las emociones de los asistentes al Palacio de Westminster.
Ayer, los ingleses iniciaron la despedida de Isabel II, en una capilla ardiente que permanecerá abierta en Londres hasta su funeral.