La mitad del territorio de China sufre una fuerte sequía que incluye partes de la gélida meseta del Tíbet, en medio de una ola de calor sin precedente en el país, informó ayer el Centro Nacional del Clima. La zona más afectada, la cuenca del río Yangtsé, desde la provincia de Sichuan en el suroeste hasta Shanghái, en la que viven 370 millones de personas.
China pasa por una racha de temperaturas récord, inundaciones y sequías; fenómenos extremos que los científicos aseguran serán más intensos y frecuentes por el cambio climático.
Más de 70 días de temperaturas extremas y escasas precipitaciones devastaron la cuenca del río Yangtsé, que da sustento a más de 450 millones de personas y a un tercio de los cultivos del país.
Partes del suroeste de Sichuan tuvieron fuertes lluvias que obligaron a evacuar a casi 30 mil personas y en el sureste del país, el tifón Ma-on tocó tierra ayer, lo que provocó aguaceros.