Cuando solo quedan ya 100 días para el inicio del Mundial de Qatar, el lanzamiento de la simbólica cuenta atrás celebrada el viernes en lugar del sábado por la FIFA y el país anfitrión, se vio marcada por la decisión de adelantar un día el inicio del torneo.
En la noche del jueves, el ‘Bureau’ del Consejo de la FIFA y la organización local aprobaron «por unanimidad» el cambio.
«Gracias a esta modificación, se garantiza la continuidad de una antigua tradición de la Copa Mundial de la FIFA, por la que los anfitriones o los vigentes campeones disputan el primer partido de la competición, que se celebra junto con la ceremonia inaugural», señala la Federación.
El partido entre el anfitrión Qatar y Ecuador, inicialmente programado el 21 de noviembre, tendrá lugar un día antes, a las 19:00 locales en el estadio Al Bayt d’Al Khor, al norte de Doha, mientras que el partido que enfrenta a Senegal y Holanda, inicialmente previsto como primer partido del torneo a las 13:00 locales del 21 de noviembre, se retrasa seis horas y se jugará a las 16h00 GMT.
Debido a este cambio, los eventos del ‘D-100’ se adelantaron del sábado al viernes en el emirato de 2.8 millones de habitantes, de los cuales alrededor del 90% son extranjeros.
Tanto la FIFA como Qatar han prometido ayudar a los aficionados, a los patrocinadores y a los distribuidores afectados por este cambio. Promesa que no va acompañada de detalles precisos.
Este es un nuevo escollo para la organización, en un país anfitrión que debe hacer frente a las críticas en materia de derechos humanos (relativos a los trabajadores extranjeros y a la criminalización de la homosexualidad) y a las inquietudes de los aficionados, que se preguntan sobre sus condiciones de alojamiento.
«Quedan menos de tres meses para el inicio. Esto ha salido de la nada. No es una crítica, pero es un dolor de cabeza», declaró el dirigente de un difusor televisivo, expresándose bajo cobertura de anonimato.
UNA AYUDA «CASO POR CASO»
La FIFA quiso asegurar a los propietarios de entradas para los partidos afectados, «válidos sea cual sea la nueva fecha y hora», añadiendo que «buscará resolver caso por caso todos los problemas derivados de este cambio».
Un cambio «celebrado» por Qatar, que ha gastado miles de millones de dólares para este evento desde su designación como país anfitrión en 2010. La organización local calificó de «oportunidad única en la vida» para «nuestra orgullosa nación» el hecho de disputar el partido de apertura que «el mundo mirará».
«El impacto de esta decisión sobre los aficionados ha sido evaluado por la FIFA. Trabajaremos juntos para asegurar un torneo sin contratiempos para los aficionados afectados por el cambio», añadió la organización.
Algunos fans ecuatorianos podrían tener que cambiar de vuelo para llegar a Qatar antes y el cambio de fecha podría conducir a cambios en los contratos comerciales.