El primer ministro británico, Boris Johnson, se despidió en su última comparecencia parlamentaria con un aplauso de su partido, abucheos de los opositores y una enigmática frase de salida: «Misión ampliamente cumplida… hasta la vista, baby».
Johnson se vio obligado a anunciar su dimisión a principios de este mes tras una rebelión masiva después del último de una serie de escándalos que, según su partido, socavaron su capacidad para seguir dirigiendo el país después de tres turbulentos años en el cargo.
En su última intervención en el «Prime Minister’s Questions», un encuentro semanal del calendario político que enfrenta al primer ministro con sus oponentes en un agitado debate, Johnson trató de perfilar su legado en torno a la respuesta al covid-19 y su apoyo a Ucrania en su defensa contra Rusia.