Las presiones inflacionarias que enfrenta la economía nacional son “mayores a las anticipadas”, en opinión del Banco de México (BdeM). En el futuro inmediato “el horizonte presenta un considerable riesgo” de que los precios sigan al alza, según el organismo autónomo.
En ese marco, el banco central decidió este jueves, por unanimidad de los integrantes de su junta de gobierno, elevar su tasa de referencia en tres cuartos de punto porcentual, para situarla en 7.75 por ciento. Se trata del mayor incremento desde que en 2008 adoptó la estrategia de política monetaria basada en objetivos de inflación.
La tasa de referencia marca el costo al que se financian empresas y familias. Al aumentarla, el banco central busca contener la inflación a partir del encarecimiento del crédito, que enfría el consumo y la inversión y con ello desacelera una economía que ya de por sí va a marcha lenta.
El objetivo permanente del Banco de México es que la inflación sea de 3 por ciento anual, con un intervalo de variación de un punto porcentual hacia arriba o abajo.
En su comunicado de ayer, el banco central da cuenta que espera una mayor inflación en los siguientes meses. Para el tercer y cuarto trimestre de este año aumentó en 1.1 puntos porcentuales sus pronósticos de hace poco más de un mes, para situarlos ahora en 7.8 y 8.1 por ciento, respectivamente.
En el mismo comunicado, advierte que para las siguientes decisiones de política monetaria “la junta de gobierno tiene la intención de seguir aumentando la tasa de referencia y valorará actuar con la misma contundencia en caso de que se requiera”.