Shanghái volvió lentamente a la vida este miércoles después de que las autoridades suavizaran las estrictas restricciones anticovid que implicaron un confinamiento de dos meses y asestaron duro un golpe a la economía china.
En los últimos días ya se habían relajado algunas medidas debido a una fuerte disminución de los contagios, pero la población solo podía salir en el mejor de los casos unas horas al día, si vivía en un barrio sin infectados.
El miércoles por la mañana, los habitantes pudieron volver a las oficinas, escaneando unos códigos QR para demostrar no tenían covid.
El metro y los transportes públicos funcionaban nuevamente, constó la prensa.
Los lugareños se juntaban en pequeños grupos para hablar en el parque y los trabajadores de comercios y mercados limpiaban sus tiendas y preparaban sus estantes a la espera de volver a recibir clientes.