BTS aprovechó este martes una visita a la Casa Blanca, invitado por el presidente Joe Biden, para denunciar el racismo contra personas de origen asiático en Estados Unidos.
El cantante Park Ji-min, más conocido como Jimin, dijo que el grupo está «devastado por la reciente oleada de delitos de odio» contra personas de origen asiático, según un traductor.
Otro miembro, Suga, hizo un llamamiento a la tolerancia. «No está mal ser diferente. Creo que la igualdad comienza cuando nos abrimos y aceptamos todas nuestras diferencias», afirmó en el estrado de la sala de prensa de la Casa Blanca, que estaba abarrotada.
Vestidos con trajes oscuros y corbatas a juego sobre camisas blancas, los siete reyes del K-pop llegaron a Washington con un mensaje serio.
Biden les invitó para hablar con ellos «de la inclusión y la representación» de las personas asiáticas y de los delitos racistas y la discriminación contra esa comunidad, según la Casa Blanca.