Según el regulador ruso, el sitio de Memorial fue bloqueado por una petición de la Fiscalía General rusa del 28 de mayo. El Supremo ordenó la disolución de Memorial Internacional el 28 de diciembre por la sistemática violación de la ley sobre agentes extranjeros, tras lo cual al día siguiente la Justicia ordinaria hizo lo mismo con la filial rusa de derechos humanos de esa organización.
Ambos fallos desataron una unánime condena internacional. A finales de enero, Memorial recurrió su liquidación al considerar que, al disolver la ONG, Moscú incumplió sus compromisos internacionales. En su recurso, la ONG consideró que la propia ley rusa sobre organizaciones no gubernamentales restringe su labor con toda clase de trabas y es una violación del derecho internacional.
Según Memorial, la decisión sobre su disolución fue “desproporcionada”, ya que la negativa a identificarse como agente extranjero por recibir financiación del exterior no constituía una infracción “grave”. En marzo pasado, el Tribunal Supremo de Rusia desestimó el recurso contra la liquidación de Memorial, acusada por las autoridades de crear “una imagen falsa de la Unión Soviética como Estado terrorista” en alusión a sus investigaciones de las represiones estalinistas.