Más de 500 niños nativos americanos murieron en internados gestionados por el gobierno de Estados Unidos en los que se abusaba físicamente de los alumnos y se les negaba comida, según un informe del Departamento del Interior publicado ayer.
Sepulturas, tanto identificadas como anónimas, fueron descubiertas en unos 53 internados que alojaron entre 1819 y 1969 a menores separados de sus familias con fines de asimilación, de acuerdo con el informe sobre el “sistema federal de internado para indígenas”.
Alrededor de 19 establecimientos “contabilizan más de 500 restos de amerindios, nativos de Alaska y Hawái”, revela el documento que subraya que las autoridades “esperan que el número de sepulturas identificadas aumente” a medida que avance la investigación.
El lugar de los enterramientos no ha sido revelado con el fin de evitar el “saqueo de tumbas, el vandalismo y otras perturbaciones de los sitios de sepultura indígena”, precisaron los autores.
Este informe es la primera parte de una investigación lanzada por el Ministerio del Interior, tras el descubrimiento en 2021 de más de mil sepulturas anónimas de niños nativos indígenas en las instalaciones de antiguos internados.
Entre 1819 y 1969, el “sistema federal de internado para indígenas” contabilizó 408 escuelas situadas en 37 estados y territorios estadunidenses, de ellos 21 escuelas en Alaska y siete en Hawái, según el informe solicitado por la secretaria del Interior, Deb Haaland, también amerindia.