Las autoridades españolas se acercan a normalizar la coexistencia con el COVID-19 al anular, a partir de la próxima semana, la cuarentena obligatoria para los infectados asintomáticos o que exhiben síntomas leves de la enfermedad.
Las normas vigentes imponen siete días de aislamiento para cualquiera que dé positivo en una prueba.
A partir del 28 de marzo, las pruebas solo se realizarán con grupos de alto riesgo y en instituciones de salud o residencias para ancianos, así como enfermos graves, dijo el Ministerio de Sanidad.
Dijo que la decisión fue tomada por la Comisión de Salud Pública.
Con altos niveles de vacunación, la tasa de contagio del coronavirus permanece por encima de 400 casos nuevos por cada 100.000 habitantes en 14 días, un nivel alto pero muy inferior al de mediados de enero, cuando era de 3.400 casos nuevos por cada 100.000 habitantes debido a la variante ómicron.
Desde que se identificó el primer caso a principios de 2020, España ha reportado oficialmente 11,3 millones de contagios y poco más de 100.000 muertes, aunque la precisión estadística ha variado durante la pandemia.