Acción Nacional, a nombre de millones de mexicanos, presentó una denuncia de hechos ante la Fiscalía Anticorrupción, de la Fiscalía General de la República, por presuntos actos de corrupción cometidos por el hijo del presidente de la República, José Ramón López Beltrán.
Acción Nacional exige una investigación a fondo sobre el uso de una lujosa residencia en Houston, Texas, por parte del hijo del presidente y la relación que tienen estos departamentos con funcionarios de empresas proveedoras de Pemex.
Acción Nacional rechaza el conflicto de interés y el tráfico de influencias de José Ramón López. De acuerdo con Mexicanos contra la Corrupción, después de recibir un contrato de Pemex, la empresa beneficiada le “prestó” una mansión.
López Obrador dijo que iban a barrer la corrupción de arriba para abajo, como las escaleras. ¡Puro cuento! Lo que hizo fue cubrir a sus hijos, a sus hermanos, a sus parientes y a sus consentidos con un tapete de impunidad .
Es momento de investigar a fondo y dejar a un lado el manto de protección y de impunidad, tal como ocurrió en la supuesta investigación sobre la tragedia de la Línea 12 del metro, que provocó la muerte a 26 personas y los responsables siguen en total impunidad.
La Fiscalía General tiene la responsabilidad y la obligación de proceder, sin importar que sea el hijo del presidente el que hoy está acusado de corrupción.
La opacidad e impunidad del gobierno de López Obrador protege a sus cercanos que son evidenciados desde sus familiares hasta sus amigos quienes “aportaron” para la causa.
Se han exhibido videos de sus hermanos recibiendo sobres de dinero, de la prima que recibió contratos de Pemex. Y las dos cuñadas también fueron acusadas y se quedaron impunes.
Delfina Gómez, está sentenciada por un delito electoral, se mantiene en la Secretaría de Educación Pública porque el dinero que les quitó a los trabajadores de Texcoco fue para el movimiento de López Obrador.
Mientras en su Plan Nacional de Desarrollo, prometió prohibir las adjudicaciones directas porque eran fuente de corrupción; 8 de cada 10 contratos se otorgan al gusto del comprador, sin licitación, sin trasparencia.
El gobierno de López Obrador oculta la información de sus elefantes blancos, especialmente en la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya. Ya que se observó que habían contratado empresas fantasmas en la construcción del aeropuerto de Santa Lucía.
El presidente dijo que va a desaparecer la corrupción, pero lo que no dijo fue que la corrupción desaparecería mediante la impunidad y la opacidad de los contratos y sus más cercanos.