Rusia inició este martes nuevas maniobras militares cerca de Ucrania y en la península anexada de Crimea, horas después de acusar a Estados Unidos de «exacerbar» las tensiones al poner en alerta a miles de soldados.
En las últimas semanas, tanto Rusia como los occidentales no han dejado de acusarse mutuamente de atizar la crisis, agravando el riesgo de un conflicto de envergadura.
La acción diplomática sigue su curso, pero de momento sin resultados.
Las maniobras de Rusia anunciadas el martes implican a unos 6 mil militares, aviones caza y bombarderos. Se están llevando a cabo en el sur de Rusia, cerca de Ucrania, y en Crimea, una península ucraniana que Moscú se anexionó en 2014.
Rusia, que tiene concentrados a decenas de miles de militares cerca de Ucrania, anunció la semana pasada maniobras navales en el Atlántico, el Ártico, el Pacifico y en el Mediterráneo, además de ejercicios conjuntos con Bielorrusia en las fronteras con la Unión Europea (UE).