La inflación en Estados Unidos se disparó 7.0% en 2021, la subida más alta desde 1982, una preocupación mayor para el presidente Joe Biden, quien prometió detener esta espiral inflacionaria.
Los precios de la energía subieron 29.3% y los de los alimentos 6.3%, según el índice CPI (IPC).
Si se excluyen estos sectores volátiles, la inflación subyacente alcanzó 5.5%, su nivel más alto desde febrero de 1991.