El presidente de Kazajistán aseguró este lunes que los disturbios que sacudieron al país fueron un «intento de golpe de Estado» por parte de «combatientes armados», y afirmó que sus fuerzas «nunca» dispararían contra manifestantes pacíficos.
«Grupos de combatientes armados que esperaban su momento entraron en acción. Su objetivo principal apareció con claridad (…) Se trataba de un intento de golpe de Estado», indicó Kassym Jomart Tokayev durante una reunión por videoconferencia con su homólogo ruso, Vladimir Putin, y otros jefes de Estado aliados.
Durante ese encuentro, Tokayev indicó que la misión militar liderada por Moscú en el país terminará «pronto» para ayudar el gobierno kazajo a poner freno a los disturbios que han afectado desde el 2 de enero al país más grande de Asia central, y que causaron 164 muertes y unos 2 mil heridos, según las autoridades.