El papa Francisco celebra este viernes su cumpleaños número 85, un hito aún más llamativo dadas la pandemia del coronavirus, la cirugía intestinal por la que pasó en verano y el peso de la historia: su predecesor se retiró a su edad, y el último papa que vivió más fue León XIII, hace un siglo.
Sin embargo, Francisco sigue fuerte y hace poco concluyó un rápido viaje a Chipre y Grecia tras las giras que hizo este año en desafío a la pandemia, y que le llevaron a Irak, Eslovaquia y Hungría. Ha puesto en marcha un proceso de consulta de dos años sin precedentes entre los fieles católicos para acercar a la Iglesia a los legos, y no parece que vaya a aminorar su campaña por hacer del mundo, tras la pandemia, un lugar fraternal donde se prioriza a los pobres, con una economía más justa y más respetuoso con el medio ambiente.
“Veo mucha energía”, dijo el reverendo Antonio Spadaro, uno de los comunicadores jesuitas que tienen la confianza de Francisco. “Lo que vemos es la expresión natural, el fruto de las semillas que ha plantado”.