Crónicas del Poder
“…Pato chino para Chihuahua…
Sin duda se esperaba tal posibilidad, AMLO dijo que, en el caso del exgobernador priista de Chihuahua, César Duarte Jáquez está de acuerdo que se apegue al concepto de testigo protegido o criterio de oportunidad ante la Fiscalía General de la República -FGR-, siempre y cuando se conozcan “complicidades mayores” y se recupere el dinero “mal habido”. No hay duda que el personaje delictivo del Duarte de Chihuahua, como no fue así el “malo” de Veracruz, puede convertirse de manera espectacular en el supletorio del bufón burlador del gobierno de AMLO, Emilio Lozoya, quien se ha dedicado a “verle la cara” a la justicia de la autoproclamada “4T”.
En la mañanera, AMLO dijo que “…En el caso de César Duarte también se está reclamando al gobierno de Estados Unidos que regrese a México, el dinero malversado. Son dineros de México que se están demandando, se están exigiendo para que se devuelvan porque se llevan el dinero allá (Estados Unidos) y les quitan bienes que tienen como origen la Hacienda Pública o que son recursos del pueblo de México…”
En el mismo sentido, expresó que “…Tiene mucha confianza en el titular de la FGR, Alejandro Gertz Manero para la integración del expediente en contra del exgobernador priista y señaló: “Las cosas se tienen que hacer bien y no valen las influencias…” “…Nada más decir que nosotros vamos a continuar con todo el proceso de extradición en la Secretaría de Relaciones Exteriores y la Fiscalía realiza también su trabajo…” “…El recurso de actuar como testigo protegido conocido como criterio de oportunidad, el inculpado es el que tiene que hacer la solicitud ante la Fiscalía para que la instancia ministerial resuelva…”
“…Mi opinión en todos estos casos es que si se va a conocer sobre complicidades mayores y si se va a recuperar dinero mal habido yo estoy de acuerdo en eso. Es un mecanismo que utilizan en Estados Unidos, ahí hablan, dan las informaciones y recogen dinero…”
Hasta ahí la postura del titular de la presidencia de México. Las consecuencias pueden ser explosivas, sin duda, César Duarte consintió y lubricó a personajes decisivos del régimen corrupto de Enrique Peña Nieto, él mismo es abrumadoramente un ejemplo típico de esa putrefacta corrupción, verdadero nodo de una red mafiosa de primer nivel delictivo en la República. Nombres como Luis Videgaray, Manlio Fabio Beltrones, Emilio Gamboa Patrón y por supuesto el de EPN mismo, fueron blanco del cortejo corrupto del próximo extraditado a este México dominado por el populismo imperante.
Este personaje oriundo de Balleza, “salpicó” de ilegales prebendas a múltiples personajes en lo que algún día soñó en el sentido de convertirse en el presidente del país. Para el régimen de AMLO puede representar una especie de “sacada de espina” respecto al papelón escenificado por el “Pato del Hunan”, Emilio Lozoya, también celebérrimo corrupto mexicano parido institucionalmente por el PRI. Naturalmente, aparte del potencial brutal impacto que pueda tener en el ámbito nacional la “cantata” de César Duarte, desnudando la gran corrupción del infumable régimen de EPN, en su respectivo contexto estatal de Chihuahua, impactará en aquellos renglones y personajes que se vean involucrados en los desaseos administrativos y financieros, políticos por supuesto de este folclórico personaje caído en desgracia en Miami hace poco más de un año.
Duarte es un auténtico y delicioso “Pato chino” para la hambrienta “4T”. Podría en su espectáculo morboso desplazar, literalmente hacer olvidar al teatral Emilio Lozoya. No olvidemos que el exgobernador de Chihuahua es también un magnífico y reconocido histrión, sin duda, acaparará reflectores mediáticos de poderosas repercusiones si es que la cárcel no lo haya afectado a niveles depresivos inhibitorios, cabe la posibilidad incluso de que dicha traumática experiencia lo potencie en mayor medida en su expansiva personalidad locuaz.
Quien sin duda estará realizando una conquista épica a distancia será Javier Corral, exgobernador de Chihuahua que verá validados a través de AMLO los robustos expedientes que su procuración de justicia en el gobierno llevó perseverantemente a cabo, para demostrar de manera contundente la inmensa culpabilidad corrupta del ballezano de marras, con impresionantes implicaciones en la renovada proyección de su imagen política; Corral será, a no dudarlo, piedra de toque para AMLO en este asunto, no en vano acaba de definirlo en Chihuahua de frente a la actual gobernadora y a los exasperados medios linchadores que con ferocidad aún lo persiguen, con el valioso apelativo de exgobernador rebelde, recto, inteligente y algún otro piropo político más, cerrando con el reconocimiento imperdible de serle simpático.
Enorme expectativa e inquietud genera desde ya el retorno inminente de Duarte el de Chihuahua, preocupación y ansiedad, angustia inclusive tendrán o tienen como reacción los personajes que fueron cobijados e impulsados presuntamente por la “cobija” corrupta del duartismo. Gran opereta teatral nos espera en los juzgados de AMLO, lamentablemente Chihuahua se convertirá muy posiblemente en un actor interpretativo protagonista de la misma
“Pato chino” aromático para el Estado Grande.