Desde la medianoche, Austria entró oficialmente este lunes en confinamiento, una medida radical que desató protestas el fin de semana.
Comercios, restaurantes, mercados navideños, salas de concierto y peluquerías cerraron este lunes en Viena sus puertas.
Pero las escuelas siguen abiertas y las calles de la capital estaban más bien animadas el lunes por la mañana.
Desde la llegada de vacunas anticovid y las vacunaciones masivas, ningún país de la Unión europea se había atrevido a imponer un nuevo confinamiento.
Como en confinamientos precedentes, los 8.9 millones de austriacos, en teoría, tienen prohibido salir de su casa salvo para hacer compras, practicar deporte o recibir atención médica.
También se permite ir a la oficina y llevar niños a la escuela, pero las autoridades llamaron a la población a permanecer en casa y a optar en la medida de los posible por el teletrabajo.