Las fuerzas de seguridad de Sudán detuvieron a tres destacadas figuras prodemocracia, dijeron familiares y activistas este miércoles, mientras aumenta la presión internacional sobre el ejército para dar marcha atrás luego de un golpe de Estado a principios de semana.
Los arrestos, ocurridos durante la noche, se produjeron mientras en la capital, Jartum, y en otras partes del país seguían las protestas contra el alzamiento, y muchos negocios cerraron sus puertas atendiendo a los llamados a la huelga. Las fuerzas de seguridad mantuvieron su estricta respuesta y persiguieron a manifestantes en varios vecindarios el martes en la noche, según activistas que añadieron que algunos fueron baleados y heridos.
El golpe amenaza con alterar la transición democrática en el país, que comenzó tras el derrocamiento en 2019 del gobernante Omar al-Bashir y su ejecutivo islamista tras una revuelta popular. Se produjo tras semanas de crecientes tensiones entre militares y civiles por el ritmo y el curso del proceso.
Tras la amplia condena internacional, el ejército permitió el regreso del primer ministro depuesto, Abdalla Hamdok, y su esposa a casa. Hamdok, un execonomista de Naciones Unidas, fue detenido junto a otros funcionarios gubernamentales y figuras políticas durante el alzamiento del lunes.