Populismo de demolición

Nuestro teórico de la Política, Maestro distinguido de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey, se explaya hoy con abundancia analítica y literaria acerca de la especial y no pocas veces exótica personalidad de AMLO, abordando temas con escrúpulo intetectual y con rigor conceptual, además con extraordinaria perspicacia, reconocida, por cierto, en los complejos laberintos de las comunidades pensantes mexicanas. Hoy, hace un corte temporal de la trayectoria fundamental de este gobierno tan controvertido, polarizador y errático, con el timbre de honor de la popularidad de su cabeza en los ejercicios de encuestas. Voces Libres se convierte en privilegiada tribuna de su magnífico discurso.

“…La epopeya de la reinvención nacional no se contenta con reformas. La épica está en la batalla, no en la negociación. López Obrador está convencido de que la política, cuando es valiosa, permite saltos en el tiempo. Por eso los reformistas no le merecen respeto…”

   “…De ahí la renuencia a reformar y el orgullo de las destrucciones. Así se inauguró, con un solemne ritual de demolición. Quien se imagina como el Cuarto Padre de la Patria eligió la destrucción como su ceremonia inaugural. Por ello decidió cancelar el aeropuerto que era la obra más importante del gobierno previo, para plantar su autoridad frente al pasado y mostrar su poder frente al país…”

   “…El primer poder: ser autor de la ruina. El niño se emociona al descubrir que puede alterar la realidad. El poder más elemental, el más primitivo es ése: destrozar. Andrés Manuel López Obrador eligió esa ceremonia para inaugurarse como Presidente. Invocó al pueblo sabio con una consulta risible y activó de nuevo el antagonismo. Así, encarnando al pueblo en su batalla, dictó su primera orden: abandónese…”

     “…No se concibe reformista un gobierno que rechaza la negociación como cobardía de moderados. Las urgencias del gobierno no están para el trabajo laborioso y preciso del diagnóstico y la elaboración de propuestas técnicamente viables que son el punto de partida para la negociación política…”

   “…El empeño claro, consistente y eficaz es destruir todo lo anterior y no perder ni un segundo en analizar si algo que viene de antes tiene algún mérito. El diagnóstico es ideológico y la receta, una demolición. El atractivo de la intervención política es, por supuesto, la simpleza…”

   “…Gobernar con dinamita y sin planos. Demoler los edificios malditos sin detenerse a examinar su solidez, sin siquiera calcular sus aportes. Tirarlos al piso sin advertir dónde caerán las paredes derruidas y a quienes pueden aplastar al desplomarse. La fruición de destruir expresa el sectarismo hecho gobierno…”

   “…El sectarismo es el extremo al que nos lleva la idea de que la política es religión. Eso no significa, nos advierte en su ensayo sobre los acuerdos podridos, que los sectarios sean necesariamente religiosos. Es que viven la política como una fe. El sectarismo del que habla es un modo de entender la política, un estado mental que sacraliza a tal punto su propio proyecto que lo vuelve innegociable…”

   “…Más aún: siendo sagrada la materia de la política, se desliga del deber de justificarse racionalmente. Los argumentos del sectarismo oficial son cada vez más explícitamente de posturas de fe. Por eso es más importante la intensidad de las lealtades que su extensión. Lo que se busca es una adhesión ardiente, no una expansión numérica…”

   “…Por eso se lanzan desde el poder constantes pruebas de lealtad. Todos los días debe demostrarse fidelidad a la causa. Cuando el Presidente pide para los suyos «lealtad ciega», lo que exige, en realidad, es la más indigna sumisión…”

   “…Bestial es sacrificar los afectos por entelequias. La razón política se ha dedicado a entregarnos utopías radiantes que borran el rostro de la gente. Las causas más hermosas pueden secuestrar la sensibilidad elemental. Esa capacidad de apreciar la humanidad en el vecino, en el amigo y también el sufrimiento en el antagonista es aniquilada cuando nuestras relaciones se subordinan a una causa radical…”

   “…El mundo no tiene más eje para el tabasqueño que su dicotomía entre el bien -que él encarna- y la mafia -que representan todos los que se le oponen-. En esta teología, la política no es uno de los territorios en los que se vive la vida, es el único. Todo: la historia, el arte, la economía, la familia, los afectos se subordinan a la política. No es extraño que el tabasqueño se hermane con los pillos que deciden seguirlo y deshermane al familiar que se aparta de su luz. Todo desacuerdo es un vicio moral…” Quien discrepa del guía es un depravado…”

   «…Ya no me pertenezco», dijo en su primer día como Presidente. La expresión no es un gesto de humildad, sino de soberbia, ese «valor antidemocrático por excelencia», ese engreimiento anula, en efecto, la posibilidad del diálogo, cancela las precauciones y da permiso para romper cualquier regla. Andrés Manuel López Obrador no admite palabra a la altura de la propia. Por eso carece de consejeros y se ha rodeado de aduladores que guardan silencio frente al torrente de sus caprichos…”

   “…El hombre que se concibe como el cuarto padre de la nación no duda de sí mismo. Dueño de la verdad, del bien y del futuro. No duda de sus proyectos, de sus ideas, de su instinto. Sólo él tiene razón. Él sabe más que cualquier experto. Él logrará lo que ninguna empresa en el mundo. ¡Y ay de aquel que se atreva a dudar de la pureza de sus intenciones!…”

   “…Repitiendo siempre las mismas frases como si fueran sublimes hallazgos de sabiduría, vanagloriándose constantemente de su teatral humildad, sermoneando diario a la república sobre el camino de la santa virtud y la verdadera felicidad, insistiendo en que en su voluntad radica un poder mágico que cambiará la historia de la patria, fustigando a los demonios y a los pecadores, el Presidente empieza a convertirse en una figura tan cautivadora como un televangelista…”

   “…Para el hombre que divide el mundo en dos hemisferios irreconciliables hay rivalidades que distraen de la batalla que merece ser librada. Discutir la despenalización del aborto es inoportuno, ha dicho muchas veces. Y cuando es forzado a dar respuesta a una pregunta, la evade sugiriendo que la responda el pueblo en consulta…”

   “…El feminismo es némesis del mesiánico tabasqueño, tal visión no aborda un ángulo de la vida, sino la vida entera. No se detiene en el cambio de la ley, en el desplazamiento de la soberanía, en la expulsión de los invasores. Es más profunda que la Revolución francesa, que la revolución de Gutenberg o la revolución cubista. Una revolución, dice la periodista, que nos obliga a mirarlo todo de nuevo, a hacernos preguntas donde no las creíamos necesarias. La política, la empresa, el arte, el cine, la escuela, el trabajo, la fotografía, la ciudad, los zapatos. Otra manera de mirar…”

   “…Pero la mirada de López Obrador es vieja, tradicionalista, no se trata realmente de un personaje machista, es, en esta materia, como en tantas otras, un conservador. No ha sido capaz de identificar la especificidad de la lucha feminista ni, mucho menos, su centralidad. Importa derrotar al neoliberalismo, importa terminar con la corrupción, importa el fin de los privilegios…”

   “…La causa de las mujeres debe subordinarse en consecuencia a las verdaderas prioridades de la historia. El feminismo aparece así como una distracción, si no es que como una coartada de sus enemigos. La causa de las mujeres no tiene, en sus ojos, color propio. No soy feminista, ha dicho: soy humanista. Un humanista que cree que las mujeres «merecen ir al cielo»…”

   “…El desencuentro con el movimiento feminista es profundo. Si bien es cierto que López Obrador ha formado el primer gabinete paritario de la historia mexicana y que tiene cerca de su causa a feministas destacadas, ha mostrado no solamente incomprensión sino, sobre todo, insensibilidad ante la lucha de las mujeres…”

   “…Le irrita que la bandera feminista no se funda en la bandera popular que él pretende blandir en exclusiva. Por ello ha terminado enemistándose con un movimiento que no era originalmente opositor, pero que se convirtió en el polo de crítica más severa y más honda a su gobierno…”

   “…El dogmático no es solamente ciego. También es insensible. López Obrador ignora los datos que no le gustan, desatiende cualquier crítica y se lanza a la descalificación de quien la formula; cierra los ojos al efecto de sus decisiones y se empecina en seguir la ruta que trazó desde un principio. Su respuesta ante el dolor de las víctimas de la violencia machista es la consecuencia emocional de esa cerrazón: indiferencia y aun hostilidad a quien se duele por causas que no aparecen en el listado de agravios validados. ¡Ya basta de quejarse de lo que yo no me quejo!, dice…” El populismo también es eso: monopolio de la queja…”

   “… De manera sintomática, el feminismo lo saca literalmente de quicio. La irrupción de su agenda lo desborda, lo fastidia, lo exaspera. Ninguna oposición logra ese efecto. Ni la prensa, ni los intelectuales, ni las organizaciones de la sociedad civil, ni lo que queda de los partidos lo enfada como lo hacen las mujeres que exigen lo elemental…”

   “…El libreto ideológico le funciona para justificar el dispendio disfrazado de austeridad. Machaca eficazmente el relato histórico para atizar sus pleitos y para dispersar las distracciones. Son recursos útiles porque magnetizan una polaridad significativa: alientan a los suyos y provocan a los contrarios…”

   “…Son, en efecto, las riendas de la conversación nacional. Pero los reflejos presidenciales ante el feminismo lo dejan solo, lo exhiben hasta con los suyos como criatura de un tiempo ido, lo confrontan con seguidores que apenas se atreven a balbucear su enfado, pero que saben perfectamente bien que las manías del Presidente son indefendibles…”

   “…Si el feminismo ha sido la gran energía opositora en estos años es precisamente porque rompe las categorías que ha impuesto el relato oficial. Oposiciones, medios, organismos empresariales han terminado jugando en una cancha ajena para que el dueño del terreno imponga su estrategia…”

   “…Todas esas voces funcionan como resistencias prefiguradas y aun bienvenidas por el poder. El feminismo es otra cosa. No se alimenta de una nostalgia para restaurar el pasado reciente, sino de la causa más radical de nuestra era. Se trata de un radicalismo justiciero que nada tiene que ver con la actuación política del régimen, convencido de que al feminismo se responde con cargos, evasivas y desprecio…”

   “…No se concibe reformista un gobierno que rechaza la negociación como cobardía de moderados…” La fruición de destruir expresa el sectarismo hecho gobierno. En llamas, todo lo que los impuros apreciaban. En ruinas, los templos de los infieles. Sus gritos, sus protestas nos alientan. El mundo no tiene más eje para el tabasqueño que su dicotomía entre el bien -que él encarna- y la mafia -que representan todos los que se le oponen-…”

   “…El hombre que se concibe como el cuarto padre de la nación no duda de sí mismo. Dueño de la verdad, del bien y del futuro. No duda de sus proyectos, de sus ideas, de su instinto. Sólo él tiene razón. Él sabe más que cualquier experto. Él logrará lo que ninguna empresa en el mundo. ¡Y ay de aquel que se atreva a dudar de la pureza de sus intenciones!…”

    La profecía del “Mesías Tropical”, caminando en plenitud.

 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí