El automovilismo de la Fórmula 1 tiene millones de aficionados en todo el mundo, pero como en cada deporte, existe un riesgo para los competidores, por lo que ha habido casos de pilotos que han perdido la vida en carreras, debido a accidentes.
Un fuerte choque se presentó en la carrera del Gran Premio de Italia este domingo, cuando la llanta del auto de Max Verstappen pasó a centímetros de la cabeza de Lewis Hamilton, quien se salvó gracias al halo de seguridad.
Sin embargo, la implementación de este sistema de seguridad llegó a la Fórmula 1 para evitar daños graves en los pilotos, como el que le ocurrió al francés Jules Bianchi en 2014, el último corredor de Fórmula 1 en morir en una carrera de la máxima categoría.
Con apenas 25 años y en sus inicios en la Fórmula 1, el francés sufrió un grave accidente en el Gran Premio de Japón 2014, en una carrera que se celebró el 5 de octubre mientras una fuerte lluvia caía en el Circuito de Suzuka.
A toda velocidad, Bianchi perdió el control y se impactó de frente contra una grúa que estaba afuera de la pista, por lo que el piloto francés de la extinta escudería Marussia y su auto terminaron debajo de ese vehículo.