Britney Spears estuvo ausente en su cuenta de Instagram durante dos semanas y como no había publicado ninguna de sus fotografías o videos habituales, algo extremadamente raro en ella, consiguió alarmar a sus fans.
De hecho, muchos de ellos creen que “La princesa del pop” sería una especie de prisionera en su propio hogar y que debería librarse de la tutela legal a la que vive sometida desde hace más de una década.