Tres capitales de provincia más cayeron del lado de los talibanes, que ya controlan nueve de las 34, coincidiendo con la retirada de Estados Unidos del país, informaron funcionarios afganos este miércoles.
La caída de las capitales de las provincias de Badakhshan y Baghlan, en el noreste, y de Farah, en el oeste, eleva la presión sobre el gobierno central para frenar el avance de los insurgentes.
Aunque Kabul no se ha visto directamente amenazada en este avance, la ofensiva sigue poniendo a prueba a las fuerzas de seguridad afganas, que ahora en su mayoría combaten solas a los talibanes.