Con un costo de 1.2 billones de dólares y una extensión de 2 mil 702 páginas, el Senado de Estados Unidos develó un masivo plan bipartidista de infraestructura para reactivar la economía en medio de la pandemia, en una expansión sin precedentes del gasto público en obras de transporte, agua limpia e internet de alta velocidad para todo el país.
El plan, que podría ser aprobado esta semana en la Cámara alta, incluye 550 mil millones de dólares en recursos frescos en 5 años para remozar 20 mil millas de carreteras, 10 mil puentes y ferrocarriles, las tuberías de plomo de 400 mil escuelas, inversiones en energías verdes, incluidos autobuses eléctricos para las escuelas y servicios en línea para los estadounidenses más pobres.
“Es la más importante inversión en tránsito público en la historia de Estados Unidos y la más importante inversión en ferrocarriles desde la creación de Amtrak, hace 50 años”, dijo el presidente Biden, quien tuvo que hacer concesiones significativas para lograr el apoyo republicano.
Pero el desenlace quedará en manos de la presidenta de la Cámara baja, Nancy Pelosi, toda vez que la lideresa y los demócratas progresistas condicionaron su voto a que el Senado apruebe otro masivo presupuesto de gasto social valuado en 3.5 billones de dólares, mientras que los propios demócratas moderados rechazan vincular ambos planes y cuestionan el posible aumento de la deuda nacional y los impuestos