Con una promesa de reconciliación y un llamado a dejar las diferencias, el maestro rural Pedro Castillo juró como nuevo presidente de Perú en el Congreso en Lima, el día del bicentenario de la Independencia.
El mandatario sudamericano de izquierda propuso erradicar la corrupción y elaborar una nueva Constitución que sustituiría la actual, elaborada en 1993, durante el gobierno de Alberto Fujimori.
A la ceremonia acudieron los presidentes de Argentina, Alberto Fernández, y de Chile, Sebastián Piñera.
La jefa del Congreso, la opositora María del Carmen Alva, le colocó la banda presidencial bicolor.
El líder del partido Perú Libre prometió avances en todos los sectores, como acelerar la vacunación contra covid-19, facilitar el regreso a clases presenciales y adoptar la meta climática de reducción de emisión de gases contaminantes para 2050.
Vestido con traje andino negro con bordados y su clásico sombrero blanco de copa alta de Cajamarca, Castillo acudió caminando de la mano de su esposa, Lilia Paredes, y descartó nacionalizar empresas y afectar la propiedad privada de los ciudadanos.