Los saqueos y la violencia que sacuden a Sudáfrica desde hace varios días tras la detención del expresidente Jacob Zuma ya han provocado 46 muertos y no parecen ceder, a pesar del inicio del despliegue de soldados en las provincias afectadas.
El presidente Cyril Ramaphosa anunció el lunes el envío de tropas para auxiliar a una policía desbordada por los disturbios y «restaurar el orden».
Pero mientras tanto, el balance de víctimas fatales continúa aumentando.
Un total de 26 personas murieron en la provincia de Kwazulu-Natal (este), precisó el primer ministro regional Sihle Zikalala a la prensa.
A ellas se añaden diez que perdieron la vida en una estampida durante saqueos en un centro comercial de Soweto, al sudoeste de Johannesburgo, agregó el funcionario.
Los primeros incidentes, con rutas bloqueadas y camiones incendiados, se produjeron el viernes, al día siguiente del encarcelamiento de Zuma, condenado a una pena de prisión en firme por desacato a la justicia.