La salida de Benito Cegueda Hernández como administrador de la Aduana de Ciudad Juárez y la llegada interina de Roberto Vera y Rafael Buenrostro ha generado retrasos en la regularización vehicular y un sinfín de señalamientos por corrupción en los últimos meses.
El 27 de junio, el empresario Héctor Ortiz Armijo, líder de la Unión de Llanteros emitió una carta a los medios de comunicación denunciando al sub administrador Rafael Buenrostro de extorsión.
“Desconozco personalmente cualquier asociación con el Sr. Rafael Buenrostro, cuyas prácticas de intimidación y extorsión no corresponden a mi visión ética”, señala la carta.
Para el día 14 de agosto, Ernesto Bonilla Rentería, acusó públicamente al funcionario Rafael Buenrostro de exigir pagos adicionales de 300 dólares por unidad, para liberar vehículos que habían cumplido todos los requisitos legales.
“Denunciamos a Rafael Buenrostro de cobros ilegales de $300 dólares por liberar vehículos, ya importados en la Aduana de Ciudad Juárez”, declaró a medios fronterizos.
Para el día 29 de junio, se dio cuenta por empleados de la Aduana, que tanto Roberto Vera como Rafael Buenrostro, quienes estaban a cargo de los trámites internacionales de mercancía hacia México, cuentan con un historial cuestionable dentro de la administración.
En archivos periodísticos se reportó que en abril de 2021, se dejó una cabeza de cerdo con un mensaje amenazante dirigido a Roberto Vera, lo que fue uno de los motivos de su remoción anterior de la Aduana. Sin embargo, regresó de nueva cuenta en calidad de interino.
Un representante de uno de los sindicatos aduaneros, reveló que se han aplicado despidos y traslados de empleados desde que Rafael Buenrostro Martín asumió el cargo de Subadministrador, designado por Alejandro Tonatiuh Márquez a través de un documento firmado por Rafael Morín Mollinedo, encargado general de aduanas del país.
Desde entonces Buenrostro, modificó al personal y reorganizó las funciones en varias secciones de la administración local aduanera, incluyendo los puntos fronterizos de Córdova, Zaragoza, Tornillo y San Jerónimo, lo que mantiene un malestar entre los empleados.
Dentro de su malestar, señalan a un individuo apodado “Mono Muñoz”, originario de Coahuila, junto con colaboradores provenientes de Monterrey, Nuevo León, como los responsables de actividades corruptas respaldadas por Buenrostro Martín.
Muñoz aparece vinculado a una red de corrupción descubierta por autoridades federales después del aseguramiento de 18 vagones cargados de gasolina en Saltillo semanas atrás, donde nadie realmente investiga.


