La ciudad de Shenzhen, en el sur de China, prepara la evacuación de 400 mil personas ante la llegada del supertifón Ragasa, que este lunes tocó tierra en el norte de Filipinas y obligó a decenas de miles de residentes a refugiarse.
El tifón tocó tierra en la isla Calayán de Filipinas, que forma parte de las poco pobladas Batanes o Babuyan, a las 15H00 (07H00 GMT), según los servicios meteorológicos de Filipinas. A las 09H00 GMT, tenía vientos sostenidos de 215 km/h en el centro de la tormenta, con ráfagas de hasta 295 km/h, según la misma fuente.
Filipinas se ve golpeada por unas 20 tormentas y tifones de media cada año, pero los científicos advierten que las tormentas son cada vez más potentes a causa del cambio climático, provocado por la actividad humana.


