El rey británico Carlos III y su hijo menor, Enrique, tomaron el té juntos este miércoles en su primer encuentro en 19 meses, lo que parece indicar un acercamiento tras un periodo de tensiones familiares.
Ambos estuvieron juntos algo menos de una hora en el palacio de Clarence House en Londres, según confirmaron fuentes de la realeza.
El duque de Sussex salió en coche de Clarence House, la residencia habitual del monarca, a las 18:14 hora local (17:14 GMT), unos 55 minutos después de su llegada.
Posteriormente participó en un acto en la City, distrito financiero londinense, sobre Invictus, su organización de competiciones para exsoldados heridos, donde, preguntado por un periodista cómo estaba su padre, declaró: «Sí, muy bien, gracias».
La última vez que ambos mantuvieron un encuentro cara a cara fue en febrero de 2024, después de que el soberano revelara su diagnóstico de cáncer, por el que aún está en tratamiento.
Enrique sostuvo en una entrevista con la BBC el pasado mayo que le «encantaría» que se produjera una reconciliación con su familia, con la que cortó la relación después de que, junto a su esposa Meghan, abandonara sus funciones reales en 2020.
Los rumores sobre este reencuentro crecieron en el Reino Unido después de que en julio asesores de comunicación de ambos fueran vistos juntos en un club de Londres, lo que se interpretó como un gesto de acercamiento.
Desde su salida de la familia real, Enrique ha criticado públicamente a su padre, a la reina Camila y a su hermano, el príncipe Guillermo, en entrevistas, documentales y en sus memorias «Spare», en la que reveló su infancia marcada por la pérdida de su madre, Diana de Gales, y el impacto en su salud mental del acoso mediático.


