Angela Rayner, viceprimera ministra de Reino Unido, renunció el viernes después de que una investigación independiente revelara que no cumplió con los estándares éticos requeridos para los ministros tras haber comprado una vivienda.
Rayner, quien el miércoles había admitido que no pagó impuestos suficientes por la adquisición de un apartamento en Hove, en la costa sur de Inglaterra, a principios de verano, señaló que el reporte concluyó que había actuado de buena fe, pero que, fundamentalmente, debería haber buscado un asesoramiento fiscal más específico.
«Asumo toda la responsabilidad por este error», declaró en su carta de renuncia al primer ministro, Keir Starmer.


