Israel informó haber sacrificado a 200 cocodrilos en una granja abandonada ubicada en un asentamiento en Cisjordania, alegando que los animales recurrieron al canibalismo y representaban un «riesgo significativo» para los humanos.
«Los cocodrilos del Nilo «se mantenían en un recinto abandonado en malas condiciones que constituían maltrato animal, con acceso insuficiente a alimento, lo que los condujo a un comportamiento caníbal», indicó Cogat, organismo del ministerio de Defensa israelí encargado de los asuntos civiles en los territorios palestinos.
Cogat señaló en su comunicado del lunes que la cerca del lugar se había deteriorado desde el cierre de la granja en 2013, lo que permitió que varios cocodrilos escaparan «a comunidades cercanas y reservas naturales».
Tras la negativa del propietario a repararla y de «12 años de búsqueda de soluciones» al problema, Cogat afirmó que «el peligro debía ser atendido de inmediato mediante el sacrificio humanitario de los animales».
Un video que circuló en redes sociales este año mostraba a adolescentes lanzando piedras a los cocodrilos, lo que llevó a las autoridades a tomar cartas en el asunto. La granja, ubicada en el asentamiento israelí de Petzael, en el valle del Jordán, fue abierta al turismo en los años 90 antes de convertirse en una explotación comercial para la producción de piel de cocodrilo.


