Suecia se sumó el martes a otros países europeos que paralizaron el empleo de la vacuna de AstraZeneca contra el COVID-19, debido a reportes sobre peligrosos trombos sanguíneos en algunas personas que la recibieron.
Sin embargo, la compañía y las agencias reguladoras internacionales mantienen que la vacuna es segura, y muchos países en otros lugares del mundo seguían adelante con sus campañas de vacunación.
La agencia reguladora de la UE tenía previsto reunirse el jueves y revisar los hallazgos de expertos sobre la vacuna para decidir qué medidas se toman. Por ahora, la agencia ha dicho que los beneficios de vacunarse superan al riesgo de los efectos secundarios.
La Agencia Sueca de Salud Pública dijo que suspendería el empleo del fármaco de AstraZeneca pendiente de la reunión de la agencia europea. Alemania, Francia, Italia y España estaban entre los países que suspendieron el empleo de la vacuna el lunes.
“La decisión es una medida de precaución”, dijo en un comunicado el epidemiólogo jefe de Suecia, Anders Tegnell.